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Los talleres de Kakolum desarrollan la conciencia social de los jóvenes

Elaborado por Marc Nuñez, estudiante de la Universidad de Vic

Alumnos de la Escuela Els Arcs durante el taller


Las dinámicas invitan a reflexionar sobre su entorno y proponer cambios en centros de secundaria

Durante este curso, la ONG Kakolum ha realizado sesiones de su taller enfocado en la conciencia sobre los derechos sexuales y reproductivos en dos centros de educación secundaria de Cataluña, con el financiamiento de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo. Los centros han sido la Escuela Els Arcs, en Barcelona, y el Instituto Provençana, en Hospitalet de Llobregat. Las dinámicas han permitido a más de un centenar de alumnos debatir sobre el tema y compartir sus vivencias.

Profesionales expertos en educación a menudo sostienen que realizar actividades relacionadas con los derechos humanos durante la secundaria es esencial por razones que van más allá del ámbito académico. Estas dinámicas permiten a los estudiantes disfrutar de una comprensión profunda de los principios fundamentales que sustentan una sociedad democrática. Desde una edad temprana, los jóvenes deben comprender que todos los seres humanos tienen derechos inherentes, en este caso los derechos sexuales y reproductivos, independientemente de su origen étnico, género, orientación sexual, religión o cualquier otra característica.

Además, estas actividades fomentan la empatía y la sensibilidad hacia quienes enfrentan violaciones de derechos humanos en todo el mundo. Al conectarse con historias reales y actuales de personas que sufren esta vulneración de derechos, pueden desarrollar una conciencia global y una mentalidad solidaria que trasciende las fronteras geográficas y culturales.

La educación en derechos humanos también promueve la reflexión crítica y el pensamiento ético. Los jóvenes tienen la oportunidad de analizar cuestiones complejas relacionadas con la justicia, la igualdad y la dignidad humana, lo que les permite formar sus propias opiniones informadas y defenderlas de manera coherente.

Con la participación en debates, proyectos colaborativos y actividades de sensibilización, el alumnado mejora su capacidad para interactuar constructivamente con compañeros que tienen opiniones diferentes. Además, ayuda a crear ciudadanía comprometida y tolerante en una sociedad diversa, tomando conciencia para abogar por la justicia y promover el respeto de los derechos humanos, convirtiéndose en líderes proactivos que contribuyen positivamente a la construcción de un mundo más justo y equitativo.




Intervención de una estudiante


Núria Padró, directora de la Escuela Els Arcs en Barcelona, defiende este tipo de talleres, sobre todo si se realiza un trabajo previo y uno posterior. Si los estudiantes solo se quedan con lo que se ha dicho en el taller, será solo una información más que se les da: “es importante y muy necesario que puedan hablar de estos temas que son de mucha actualidad”.

La directora reconoce que los derechos sexuales y reproductivos son una cuestión compleja para hablar con adolescentes adecuadamente, pero es una labor que se debe hacer porque a menudo piensan que están un poco alejados de todo esto, y es importante hacerles ver la realidad.


“Los adolescentes ya se sabe que son muy egocéntricos en el sentido de que se miran mucho a sí mismos y son poco conscientes. Por eso hacemos este tipo de talleres.”

Núria Padró, directora de la Escuela Els Arcs



Durante el taller se abren a otras realidades


El objetivo principal del taller ha sido conocer, identificar y defender los derechos humanos reconocidos internacionalmente, motivando una actitud crítica respecto a su garantía y defensa. Los y las jóvenes han podido abrirse a otras realidades con una finalidad multicultural conociendo tanto la situación de Cataluña como la del Senegal.

Para lograr estos objetivos, los alumnos visionan previamente algunos fragmentos del documental ‘Traces’. Este fue estrenado a finales de 2022 y es dirigido por Mor Talla Ndione y producido por Kakolum, con la colaboración de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo. En las diferentes piezas se explican las historias de diversas mujeres y niñas de Senegal y su relación con los derechos sexuales y reproductivos.


Nacho Pamies pidiendo respeto en las intervenciones de los alumnos


Habiendo visualizado el documental, el taller se divide en dos partes. La primera consiste en escuchar la explicación sobre la temática por parte de los conductores de la actividad. En este espacio los alumnos han tenido derecho a interrumpir pidiendo la palabra para plantear debates sobre lo que se está explicando o para compartir con el resto de alumnos sus pensamientos.

La segunda parte de la actividad consiste en organizar grupos reducidos de alumnos, cada uno moderado por uno de los conductores. Así se busca un espacio de confianza para compartir experiencias y opiniones.

“Estoy bastante vinculada con el mundo de la educación. Complementar el currículo educativo con talleres como este favorece el interés y la motivación del alumnado.”

Elena Jei Jammeh, conductora de los talleres


Para Elena Jei Jammeh, aunque el público objetivo de la actividad ahora mismo son adolescentes, “sería necesario que todo se trasladase a edades más tempranas permitiendo construir desde muy pronto la capacidad de concienciación y de mirada más amplia”. El objetivo es trabajar en etapas iniciales todas las realidades y contextos que se han comentado durante las sesiones, para integrarlas en el día a día y también a lo largo de su vida.



Elena Jei Jammeh explicando la segunda parte del taller


Los otros dos conductores son Marc Olivella y Nacho Pamies. Por su parte, Olivella reconoce estar muy satisfecho por haber aportado nuevos conocimientos y cuestionamientos a los estudiantes, y, al mismo tiempo, sentir que ellos también le aportaban un nuevo conocimiento.

“Podía imaginar cosas, podía hacer hipótesis sobre cómo estaba la situación, cómo estaba el patio… pero me he dado cuenta de cómo son las cosas actualmente, tanto para bien como para mal. Ha habido mucha autodecepción, mucho conocimiento y mucha conciencia sobre el tema, pero a la vez había unas dinámicas muy complicadas”, asegura Marc Olivella.


Al final todo acaba desembocando en debates y charlas de sexualidad, pero si le ponemos esta mirada intercultural aún es más provechoso e interesante.

Marc Olivella, conductor de los talleres


Marc Olivella considera que los talleres aportan mucho a estudiantes y también a formadores, sobre todo porque son temas y aspectos que no se acostumbran a tratar así, y además con una perspectiva intercultural. Además, añade: “creo que actividades como esta son muy importantes y que deberían estar en los currículos transversales de todos los centros, pero como esto ahora no es así, el trabajo que hacen ONGs como Kakolum es indispensable”.




Los jóvenes reconocen que el respeto es imprescindible


La primera de las conclusiones del alumnado una vez finalizados los talleres en ambos centros es que se debe respetar las opiniones y orientaciones sexuales de todas las personas en el aula, incluidos profesores y compañeros. Esto significa no ejercer ningún tipo de presión de grupo, ni insultar, menospreciar o faltar el respeto, ni tampoco encubrir casos de abusos.

Han estado de acuerdo en poner límites sobre los comentarios de su entorno, no solo en el instituto, sino también en casa y en la calle. Además, tratarán de eliminar todas las formas de discriminación por la identidad de género u orientación sexual, entre otras.

Una de las conclusiones es considerar imprescindible respetar el consentimiento en todas las relaciones sexoafectivas y reproductivas. Hay que asegurarse de que todas las partes están de acuerdo y en condiciones de dar este consentimiento de forma libre y consciente, sin ningún tipo de influencia como, por ejemplo, podría ser el alcohol.

Gracias a esta actividad, los alumnos están de acuerdo en fomentar la participación activa de la sociedad civil, grupos de defensa y organizaciones de derechos humanos en la promoción o protección de los derechos sexuales y reproductivos, además de apoyar iniciativas que busquen mejorar el acceso y la calidad de los servicios relacionados con estos derechos.

Los jóvenes también han creído en la importancia de promover la igualdad de género en todos los aspectos de la sexualidad y la reproducción, combatiendo la discriminación y la violencia de género.

Finalmente, se han comprometido a ayudar en la difusión de una cultura que trate de evitar la vulneración de derechos en todas sus formas, adoptando un enfoque respetuoso y conciliador dentro del aula, promoviendo espacios de escucha activa, debate y aprendizaje compartido con el resto de compañeros.

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Kakolum significa en la lengua local la huella que se deja al caminar sobre la tierra: queremos que nuestros proyectos dejen huella, tengan sentido para las personas con los que los desarrollamos y sean sostenibles una vez nuestro trabajo finalice.

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